martes, 24 de marzo de 2009

El Castillo

No sé si a mitad o al final de la calzada de terrecería se divisa un castillo, resguardado por altos y delgados pinos que se yerguen majestuosos por todo el frente y costado de tan imponente construcción, el alcázar es beige con una bola o cúpula en lo alto del techo doble agua que cae inclinado por ambos lados, bardeado de rocas basálticas sobrepuestas haciendo las veces de muralla. Al entrar a tan extenso predio, se es recibido por insistentes ladridos como tratando de ahuyentar o tal vez investigar quien se atrevió a traspasar la puerta, es Nerón el bravío guardián y su compañero Manchas, que atemorizan e intimidan a los visitantes, en ese instante solo se presiente el momento en que se lanzaran sobre de uno, calmados los ánimos y después de dos o tres olfateadas en los pies, los briosos guardianes se alejan. Dentro de la finca se encuentra un huerto con medianos árboles sin hojas que en la temporada de invierno se tornan grises, opacos y pelones. Campantes rondan por ahí dos que tres patitos, todos lodosos por cierto, en el frente se encuentra el corral de los borregos, los hay de todos tamaños, los cara blanca y los cara prieta, así identificados por su noble pastor, imposible contarlos pues se mueven de un lado a otro, yo solo imaginando el fabuloso festín del que pueden ser objeto. Otros animales que se pasean por todo lo largo del terreno son las infaltables gallinas y con éstas, disputándolas un par de gallos, también hay guajolotes o güilos que no sospechan que al crecer pueden deleitar tremendo caldo acompañado por tremendo mole. Así pues, entre tendederos de ropa y charcos de agua, nos adentramos en el castillo y sus hospitalarios habitantes...

2 comentarios:

BEATRIZ dijo...

Otra vez me vinieron las nostalgias del huerto, de los árboles altos y delgados, de la fortaleza de piedras volcánicas, la cotidianidad de los animales en una granja y hasta de la fiesta de los perros.

Gracias

Anónimo dijo...

me llego me llego.......y la nostalgia que esto conlleva y aparte me hizo recordar esos dias humedos despues de una llovisna callendo y aplacando el polvo que se resiste a morir....ese aroma de exquisitos recuerdos...