Devuelto al rumbo
Morelia tu cantera rosada,
de tardes cálidas a frescas,
yo te camino sin prisa
pues andándote, me renuevo.
Caminando por tus empedrados
añoro recuerdos tantos
de idilios que cobijaron,
tus floridas bugambilias.
Por las filas de añosos y copados fresnos
corren a lo largo de la calzada
mis más grandes esperanzas, entrelazadas
en la piedra labrada de tus balcones.
Valladolid majestuosa y orgullosa
te yergues en las más variadas cúpulas
iluminadas y aromatizadas por el dulce
perfume de las que huelen de noche.
Reflejándote en tus pilas,
junto a las labradas torres y herrería
empapas con la suave brisa mis sentidos
aletargando el tiempo de un suspiro.
Exaltado por tu olor a tierra mojada
recorro los arcos de tu imponente acueducto
agradeciendo me hayas
devuelto al rumbo.
de tardes cálidas a frescas,
yo te camino sin prisa
pues andándote, me renuevo.
Caminando por tus empedrados
añoro recuerdos tantos
de idilios que cobijaron,
tus floridas bugambilias.
Por las filas de añosos y copados fresnos
corren a lo largo de la calzada
mis más grandes esperanzas, entrelazadas
en la piedra labrada de tus balcones.
Valladolid majestuosa y orgullosa
te yergues en las más variadas cúpulas
iluminadas y aromatizadas por el dulce
perfume de las que huelen de noche.
Reflejándote en tus pilas,
junto a las labradas torres y herrería
empapas con la suave brisa mis sentidos
aletargando el tiempo de un suspiro.
Exaltado por tu olor a tierra mojada
recorro los arcos de tu imponente acueducto
agradeciendo me hayas
devuelto al rumbo.
Foto. Calzada de Fray Antonio de San Miguel. Israel Durán